LA VIRGEN MARÍA EN LA VIDA Y ESPIRITUALIDAD DE SANTA TERESA DE JESÚS

Padre Juanito Arias.

Esta vez lo haremos de la mano de Santa Teresa de Jesús, Madre y Reformadora del Carmelo. Ella tiene en su vida de camino hacia Dios una fuerte relación de hija con la Virgen María.

  •  PRESENCIA DE MARÍA EN LA VIDA DE SANTA TERESA

Santa Teresa de Ávila fue una carmelita que se destacó, entre otras muchas cosas espirituales, por su amor filial, entrañable y hecho devoción, a la Virgen, Madre de Dios, de la Iglesia y “Madre”, “Señora” y “Reina”, en particular, de la Orden del Carmen.

Este amor y devoción se respiran por todos los poros del cuerpo de la Santa.

El alma profundamente mariana de Teresa de Ávila, se forja, de forma progresiva, ya desde los primeros balbuceos de la infancia, en el hogar familiar, pues nos cuenta ella cómo desde  muy niña procuraba soledad para practicar sus devociones, “que eran hartas, en especial el rosario, de que mi madre era muy devota, y así nos hacía serlo”(V. 1,6). Dice que su madre tenía un cuidado especial de que fuera devota de la Virgen, cuando apenas contaba con seis años.

Sigue diciendo la Santa que, cuando murió su madre, Doña Beatriz de Ahumada, cayó en la cuenta de lo que había perdido, y acudió a la Virgen de la Caridad para pedirle que ella fuera su madre, tenía entre 13 y 14 años. Este acontecimiento lo entiende ella como que la Virgen, buena Madre y eficaz intercesora, la rescató para ella.

Un salto grande en su amor y devoción a la Virgen, lo constituirá su ingreso a la Orden del Carmen. Tenía entonces Teresa 20 años de edad. Decimos que fue de gran importancia porque en el convento de Madres Carmelitas, la presencia de María era constante y total. Especialmente, el hábito del Carmen ha marcado a la madre Teresa de Jesús. Nuestra Señora del Carmen es como la personalización, y la encarnación, del estilo, y del espíritu, de toda la Orden: María es la mujer orante por excelencia.

Toda su devoción se incrementa en su ingreso en el Carmelo, a través de la enseñanza tradicional que allí se transmite, de hondas raíces bíblicas.

  • ENSEÑANZAS TERESIANAS  ACERCA DE MARÍA

Cuando se habla de la doctrina teresiana acerca de María, se habla de su experiencia personal y de su doctrina, pues ella siempre escribe – y habla – a partir de su experiencia. Aquí sólo recordaremos algunos de los temas más generales de la doctrina de nuestra Santa:

                                        María, Madre de Dios              

Este es el título de la Virgen, que más devoción, veneración y admiración, causan en el alma de Teresa. A María la considera siempre unida a Cristo, pues toda la vida de la Virgen la contempla Teresa en camino con su Hijo, tanto en su vida oculta de Nazaret, como en su vida pública. María es la Madre de Jesús y con él comparte todo lo que hace: con Él sufre, con Él goza, con Él fracasa, con Él triunfa; muerte y vida son de ambos, y los dos, a una la padecen y la superan, la disfrutan y la conllevan.

                           María, modelo de seguimiento de Jesús

Es en la Virgen en quien Teresa encuentra el modelo de seguimiento de Jesús para ella y para sus monjas. También en María encuentra la dignidad mayor de ser mujer y de ser cristiana.

Teresa de Jesús hace resaltar cómo María siguió a Cristo hasta la Cruz y con qué fortaleza, y con qué sufrimiento, y dice: “¡Qué debía pasar la gloriosa Virgen al pie de la Cruz!” (C26, 8); esta actitud de la Virgen Teresa la describe del siguiente modo: “Estaba al pie de la Cruz y no dormida, sino padeciendo su santísima alma y muriendo dura muerte” (Conc. 3,11)

                María, modelo de oración

De este seguir a Cristo en toda su vida y hasta la Cruz, nace en Nuestra Señora el ser modelo de oración. María siempre se halla envuelta en ese espacio espiritual de encuentro con Dios, de comunión con Él: la Anunciación, y el Cenáculo en oración con los apóstoles, marcan el itinerario de la vida de comunión con su Señor.

 AMOR Y DEVOCIÓN

 a la Virgen del Carmen

El Carmelo es una estirpe de contemplativos. Y, efectivamente, este fue su principio. Teresa de Jesús lo dirá muy bien, cuando afirma que de esta casta venimos, de aquellos santos Padres nuestros del Monte Carmelo (cf. MV, 1.2.3) Uno de los propósitos de su primera fundación era honrar el hábito de la Virgen: “Y hecha una obra que tenía entendido era para el servicio del Señor y honra del hábito de su gloriosa Madre, que éstas eran mis ansias” (Vida 36, 6)

Santa Teresa se sintió siempre protegida y amparada, tanto ella como toda la Orden, por la capa, o el manto, de la Virgen del Carmen. Lo cual era para Teresa de Jesús señal del alto grado de gloria que el Señor daría a sus conventos: “Otra vez, estando todas en oración, vi a nuestra Señora con grandísima gloria, con manto blanco y debajo de él parecía ampararnos a todas; entendí, cuál alto grado de gloria daría el Señor a las de esta casa” (V. 36, 24)

Como consecuencia de la pertenencia a la Orden de Nuestra Señora, y del amor y presencia especial de la Virgen a la Familia del Carmelo, Teresa de Jesús propone unas actitudes de respuesta como hijos de tan gran Señora:

  1. Servir a la Señora, Madre, Reina y Patrona de la Orden del Carmen
  2. Amor a la Virgen y a su Orden.
  3. Mantener sentimientos de alabanza y gratitud para con la Señora y Madre, cuyo hábito vestimos.
  4. Sentir el júbilo y la alegría de hijas e hijos por ser tan amados de la Madre del Señor e intercesora nuestra.
  5. Saberse acoger a la bondad de María, como se acogen a la misericordia de Dios. Así lo afirma la Madre Teresa cuando dice: “Válgame la misericordia de Dios en quien yo he confiado siempre por su Hijo sacratísimo y la Virgen nuestra Señora, cuyo hábito por la bondad de Dios traigo” (F. 28,35)
  • ACTUALIDAD DE LA DOCTRINA DE STA. TERESA

La Santa ha entendido muy bien la grandeza de María. Es grande, es sublime porque es la Madre de Dios. Lleva también, la maternidad de todos los hombres; reinar sobre cielos y tierra y,  en el corazón de los hombres; ser corredentora con el Redentor y por eso mismo, ser amparo y refugio salvador. Por ese motivo pide ella todos estos sentimientos tan delicados hacia María nuestra Madre.

Por lo tanto, cuando esta fundadora afirma que la “Orden del Carmen es la Orden de la Virgen, Nuestra Señora”, por sus orígenes, por su forma de vivir su presencia, por su amor y por el estilo de vida que quiere implantar, lo más parecido al de aquellos ermitaños del Monte Carmelo, que organizaron su vida en obsequio de Jesucristo, y de su Madre, la Virgen María, en honor de la cual construyeron una capilla, está diciendo que todos los que pertenecemos a esta familia del Carmelo, religiosos, laicos, sacerdotes, estamos llamados a vivir dedicados a “tan gran Señora” y a imitar sus virtudes.

ILUMINACIÓN

María, la Madre de Jesús. Lc. 1, 26-38; Jn. 2, 1-11; Jn. 19, 25-27

PARA REFLEXIONAR

  •   ¿QUÉ ACTITUDES DE MARÍA RESALTAS A PARTIR DE LA         REFLEXIÓN BÍBLICA?
  •   DE LOS TÍTULOS QUE SANTA TERESA DA A LA VIRGEN MARÍA ¿CON CUÁL     DE ELLOS TE IDENTIFICAS MÁS Y POR QUÉ?
  •   ¿QUÉ ACTITUDES PROPONE SANTA TERESA DE JESÚS PARA LOS         HIJOS E HIJAS DE LA VIRGEN MARÍA DEL MONTE CARMELO?

ORACIÓN FINAL

Tú eres María, la experiencia más bella del Evangelio.

En ti, Dios se hecho Noticia Buena para el hombre.

Eres como la luz del alba que abre camino al Sol;

Eres esa estrella matutina que anuncia el Día.

Mi corazón se alegra ante tu presencia luminosa;

Mi corazón busca en el tuyo un camino de verdad;

Mi corazón se abre a  tu vida limpia y profunda.

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